2012, 28 de abril. Blog APDHA Cádiz
Siempre hemos estado en los puestos de cabeza, porque hay mucha gente empeñada en luchar para que nuestra provincia esté entre las primeras. De nuevo lo han conseguido, la provincia de Cádiz recupera el primer puesto con el mayor porcentaje de parados de toda España, un 36,37% de la población activa
204.100 personas abocados a la mayor precariedad y con facilidad a la pobreza y la marginación. Más de 70.000 hogares, en los que ninguno de sus miembros trabaja, al borde de la exclusión social.
Son cifras estremecedoras, insoportables, que están provocando ya una verdadera catástrofe social. Y que tabulan un inmenso drama humano que vivimos en la provincia de Cádiz. Cuatro de cada diez gaditanos se encuentra en situación de pobreza y entre uno y dos de cada diez en situación de exclusión social severa.
La provincia de Cádiz desde que se recuerda ha encabezado siempre los primeros puestos de España en paro, pobreza y exclusión. Cuando no ha existido modelo económico real para un desarrollo integrado y equilibrado en esta provincia, sino planes y más planes de reindustrialización y recolocación de fracaso predecible como se ha visto, no podemos extrañarnos de ello.
Pero las políticas ante la crisis no han venido sino a agravar la magnitud del problema y a convertirlo en insoportable, en primer lugar para los que lo padecen, pero también para el conjunto de la sociedad gaditana.
Desde el comienzo de las políticas de ajuste en mayo del 2010 por Zapatero este país se hunde cada vez más. Estamos en una dinámica autodestructiva que el Partido Popular está profundizando hasta límites intolerables. Recortes brutales y reformas del mercado de trabajo, que destruyen el tejido productivo y acaban con el modelo de estado social que dice la Constitución. Recortes brutales y reformas que vulneran gravemente los derechos de toda la población, especialmente de la población más pobre y con menos recursos.
Tan sólo para rendir pleitesía al dios mercado, a las agencias de calificación, al fundamentalismo de Merkel o el Banco Central Europeo; o, peor aún, para pagar una deuda injusta e insoportable, convertida en mandato constitucional de forma torticera, y para salvar a la banca de sus desmanes con el dinero de todos. En vez de meterlos en la cárcel los convierten en iconos e hincan la rodilla ante sus fracasadas, antisociales y destructivas fórmulas de fundamentalismo neoliberal.
Más que crisis, habría que llamarla monumental estafa. 204.100 gaditanos y gaditanas lo certifican.