2013, 12 de diciembre. Boletín “Comunica” IU Rota.
Hace unos días se cumplió el 65 aniversario de la proclamación por la ONU de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Una conmemoración en la que desgraciadamente hay pocas cosas que celebrar
Porque efectivamente los derechos humanos están sufriendo un enorme retroceso debido a las políticas que se están poniendo en marcha frente a la crisis y a la ofensiva contra los derechos en todos los planos que está llevando a cabo este gobierno.
Unas políticas impuestas por la llamada troika cuyo único objetivo es recortar el déficit, reflotar a los bancos y pagar una deuda ilegítima e inmoral. Y en ese objetivo las necesidades e intereses de las personas, del conjunto de la sociedad, no cuentan, todo lo contrario, entre todos hemos de pagar a quinees nos robaron y nos trajeron hasta aquí.
Las consecuencias están a la vista: Baste recordar el crecimiento desbocado del paro, la pobreza que en nuestra provincia se ha multiplicado por dos, el drama de la vivienda, el desmantelamiento de la protección social, que es especialmente sangrante en el caso de las personas con discapacidades, los recortes en enseñanza y la implantación de un modelo que socaba los cimientos de la escuela pública, el deterioro creciente de la sanidad pública por un modelo que potencia la sanidad privada y convierte la salud en un negocio, el fin de la justicia gratuita que además ya no es igual para todos y todas, los pasos atrás en la igualdad y los derechos de las mujeres o, en fin, la puesta en marcha de leyes mordaza que pretenden criminalizar la protesta y la movilización ciudadana.
Afloran casos indignos e inmorales de corrupción que afectan a las altas instituciones del Estado sin excepción, al Gobierno y a las cúpulas de los principales partidos políticos e incluso a algunos sindicatos. Crece la distancia de la ciudadanía y el cuestionamiento de unas instituciones que van perdiendo calidad democrática a pasos agigantados. Los dirigentes políticos se enrocan en no perder privilegio, arropándose entre ellos y negándose a las mínimas e imprescindibles transformaciones democráticas
En este contexto la reivindicación del cumplimiento de los derechos humanos se ha convertido en un acto de rebeldía cívica. Creemos que sólo la responsabilidad, el compromiso y la movilización ciudadana es la única forma de conseguir el imprescindible cambio de rumbo para que sean las personas y sus derechos lo primero y no los mercados, los bancos o las concepciones ideológicas más conservadoras que cercenan esos derechos.
Día de los Derechos Humanos, Paro-Pobreza-exclusión
La crisis y los derechos humanos
